martes, 20 de octubre de 2009

Wisst ihr...?

"Miente, que algo quedará". Fue la sentencia tan conocida de Paul Joseph Goebbels, ministro de propaganda de la Alemania nazi. A menudo evoco dicha sentencia cuando tengo que atestiguar la facilidad con que las masas pueden llegar a ser engañadas, y dan para ello su pleno consentimiento, a fuerza de repetir una vez y otra las mismas reiterativas mentiras durante un tiempo considerable, edulcoradas con el atractivo indudable de la demagogía cuando se adorna de los términos "verdad" y "justicia".

Por eso lo evoco ahora y lo evocaba hacía una hora y algo, escuchando por los parlantes a todo volumen los discursos sucesivos durante un acto por la campaña para la anulación de la Ley de Caducidad. Si se es uruguayo no se puede ignorar la polémica suscitada desde que se viene fastidiando con el asunto: los mismos bobitos de siempre pretendiendo caminar con los ojos en la nuca, y como cabe esperar, eso no conlleva a otro resultado que no sea darse la cara contra cuanto obstáculo se presente en el camino, en lugar de sortearlos como suele hacer la gente razonable.

Verdad. Futuro. Justicia.

'Justicia' para unos: se llenan la boca hasta la náusea y con una gula que resulta acusadoramente aberrante sobre 'ajusticiar' a los amparados por la Ley de Caducidad (a saber, los militares que participaron en el golpe de Estado); todo lo callan y nada dicen sobre anular, si de justicia y equidad estamos hablando, la Ley de Amnistía que perdonó sus crímenes de lesa humanidad a los terroristas tupamaros. Justicia a medias; ergo, no justicia.

Un 'futuro' que sólo sabe mirar hacia el pasado, aferrados al mismo con enferma desesperación cual náufrago a su tabla flotante a la deriva. Una vez más: quien sólo sabe mirar hacia atrás, no tiene otro final posible que ir por la vida dejando los dientes en el suelo porque sólo puede acabar tropezando con cuantos obstáculos se le presenten en el camino - y los hay por montones con la clase de desafíos que nos esperan de aquí en más, durante un tiempo y en un mundo tan cambiantes.

Hablemos - no es para menos - de un poco de verdad. Dosifiquemos de verdad al lector y que resuelva la siguiente sucesión numérica: 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73... etc. Utilizando la matemática superior y hasta donde tengo entendido, 60 precede a 70. ¿Guerrilla tupamara libertadora y justiciera que se alzó en armas durante los años '60 para derrocar a la malvada y sanguinaria dictadura militar que se instauró en junio del '73? Las cuentas, de algún modo, no acaban de cerrar.

En fin, suficiente preludio. Disfruten de la función.



Miente; pero miente con habilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§å¥ å Þrå¥εr