sábado, 14 de noviembre de 2009

Sobre la Justicia, la Muerte y la Inmortalidad


Ayer en la tarde eché mano (no había podido antes por una cuestión de tiempo y diabólicas obligaciones académicas) de una joyita que había rescatado hace tiempo de un puesto de libros de segunda mano: La procesión de Khalil Gibrán; quien como de costumbre y como no podía ser de otro modo, nos lega en esas páginas la sabiduría de quien veía y entendía la vida con una sencillez y una profundidad envidiables, pero por encima de todo transmitiendo ese mensaje tan suyo de felicidad y conciliación. Una de las cosas más lindas que tiene este autor, a mi ver, es que Gibrán es de todos y para todos: sus obras están más allá de cualquier credo - para quienes lo tienen y para quienes no profesan ninguno -, y cualquiera que se alegre un mínimo de vivir puede entenderlas y rescatar algo valioso de ellas.

La novedad para mí fue encontrarme que está escrito en versos, que seguro en su idioma natal son muchísimo más lindos pero a los que no se resta nada en cuanto al sentido que quieren transmitir. Les dejo los dos pasajes que me gustaron más, uno sobre la Justicia y el otro sobre la Muerte y la Inmortalidad.


LA JUSTICIA

El Sabio
La Justicia terrenal causaría pesar a Djim
tan desvirtuada ha sido en su sentido.
Y los muertos harían escarnio
de aquello que en el mundo llaman equidad.

Sí. Muerte y prisión es lo que distribuimos
a los pequeños transgresores de las leyes
al paso que honra, riqueza y gran respeto
a los grandes piratas tributamos.

Condenamos a quien hurta una flor,
quien se apodera de un campo es un caballero.
Debe morir quien mata un cuerpo,
quien mata al espíritu queda libre.

El Joven
En el seno de Natura no hay Justicia
ni puniciones.
Cuando el sauce extiende su sombra
sin pedir licencia

nadie oye al ciprés
reclamar que eso es contra la ley y el derecho.
La justicia humana se derrite de vergüenza
como la nieve al sol.

¡Dadme una flauta y cantad conmigo!
El cántico es sentencia sublime para el corazón.
Y el trino de la flauta perdura
más allá del crimen, más allá del criminal.

LA MUERTE Y LA INMORTALIDAD

El Sabio
En la tierra la muerte es el fin para quien es apenas el hijo
de la tierra
Mas para aquel que tiene sus raíces en lo etéreo,
ella es apenas el principios
del triunfo cierto y suyo.

Quien abraza la aurora en sueños
ciertamente es inmortal.
Si él durmiera en su larga noche,
dormitará en un mar de tranquilidad.

Mas quien al suelo con apego se aferrara
en el suelo se arrastrará, hasta el final.
La muerte, como el mar, será vencida por quien la
enfrentará con alma leve.
Los de alma pesada se hundirán.

El Joven
En la naturaleza no existe la Muerte,
ni tampoco se construyen tumbas.
Pasa abril,
mas sus encantos quedan en los campos.

El miedo a la muerte e la desilusión
anclada en el corazón de los sabios.
Quien viviera una Primavera intensamente
es como si hubiera vivido siglos.

¡Dadme una flauta y cantad conmigo!
El canto es inmortalidad,
y el trino de la flauta se desliza
por encima de miserias y alegrías.

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