domingo, 15 de noviembre de 2009

Unterbürger (II)

Pocas cosas hay tan extraordinariamente maleables como los cráneos desprovistos de masa encefálica pensante, de ahí la rentabilidad - a nadie extraña - de iniciativas que abogan a producirlos masivamente. Sí: te estoy viendo, José Mujica Cordano.

Mucho plan Ceibal para "igualar las oportunidades educativas", pero de educación seguimos sin ver otra cosa que atentados contra la misma. Visto y considerando las pocas luces de que goza este insípido alborotador entre balbuceo y balbuceo inconexos, no está de sobra que alguien se permita aclararle que internacionalmente está prohibido, terminantemente y textual, el trabajo para menores de 15 años precisamente para motivarlos a que estudien y tengan una mínima formación - aprender a escribir son cometer 10 faltas por renglón constituiría un encantador primer paso, me permito sugerir.

Para quien manifiesta abierto e indisimulado desprecio por la formación académica y los profesionales - sus declaraciones acerca de las mujeres con estudios terciarios ya eran lo bastante elocuentes por sí solas -, es imposible creer ni por un momento más que realmente pretenda sacar al país adelante, sino que por el contrario planea hundirlo hasta que no quede una sola cabeza capaz de garabatear ni el propio nombre sin faltas. Quisiera poder decir "seamos condescendientes", sabiendo como sabemos que estamos hablando de alguien que propone 2 horas de trabajo y el resto pasarlas de chusmerío, pero aquí no cabe condescendencia alguna porque estamos hablando ni más ni menos que del futuro del país; y el futuro del país, espero nadie estalle en llamas si lee esto, está en la educación y formación de sus ciudadanos.

Va siendo hora de aterrizar un poco de las nubecitas utópicas sobre las que algunos insisten en sobrevolar el mundo real: con 22 horas de chusmerío no se saca un país adelante, ni desde luego se lo construye con personas sin un mínimo de formación educativa. La escuela primaria está para eso, y no es en vano que en este país la gente humilde tiene la suerte - el privilegio - de contar con educación pública gratuita para que nadie se quede sin la posibilidad de estudiar. La educación pública ya está lo bastante socavada en calidad y finalidad por sus propios aparatos de adoctrinamiento tendencioso; lo último que vamos a tolerar son atrevimientos como los de esas declaraciones.

¿Qué sigue después del trabajo infantil, traer a los indios ecuatorianos a trabajar el campo que por legitimidad pertenece a los uruguayos? Con el mayor de los respetos: quien empleó términos xenofóbicos como "bolitas" no fui yo, ni desde luego se me ocurre referirme a seres humanos como ganado que se moviliza de aquí para allá sin mayor inconveniente. Irrisorio, por decirlo de modo amable, viniendo de quien se llenaba la boca hablando de que "no había que extranjerizar el país".

Subciudadanos. Qué término más adecuado para resumir la clase de respeto que José Mujica Cordano demuestra por sus conciudadanos y por los extranjeros. Va siendo hora de aclararle, por enésima vez, que los niños uruguayos no son una serie de recipientes en masa a los que imbuir más de su lamentable y exiguo léxico; que los profesionales y los estudiantes universitarios no somos oligarcas, sino simplemente personas con más formación que él (puede envidiarnos a voluntad, mientras nos respete); que las mujeres, en concreto, aspiramos a algo más que quedarnos entre paredes limpiando mocos y platos; y que las personas no son números ni ganado que se mueve de aquí para allá por las decisiones arbitrarias y pobremente cimentadas de una resaca delirante de los '60.

http://www.elpais.com.uy/091113/ultmo-454124/ultimomomento/-mujica-ignora-convenios-con-la-oit-

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